Una Navidad colonial

 

Un tren que nació para conectar un mundo salvaje, pero que se hizo realidad. En 1896 el Imperio Británico decidió construir una línea que conectara una recién nacida Kenia con el lago Victoria. Tan estrafalaria fue la idea que se la tachó de lunática, y así nombrado quedó. Aún hoy se puede viajar a bordo del Tren Lunático. Y con esta mesa navideña lo recordamos, como un lugar donde lo colonial se encuentra con lo salvaje, para lograr algo único, difícil de reproducir.

 

 

 

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