Colección: Nuestros sofás

Un sofá debe invitar a sentarse sin pensarlo. Por eso busco textiles que lo abracen: fundas que suavizan el uso, plaids con caída generosa y cojines que ordenan el color. La clave está en las proporciones: cómo cae el plaid, dónde pide un acento la butaca, cuántos cojines hacen falta sin que se pierda el asiento.

Las paletas templadas —marfil, arena, oliva— dejan que la madera y la luz hagan su parte. No se trata de sumar objetos, sino de darles un papel para que el conjunto respire. Con calma, profundamente.