Colección: Bajoplatos

Pienso en ellos como el telón de fondo de un plato bonito. Añaden profundidad, protegen la mantelería y ayudan a que la mesa se lea ordenada. En fibras naturales, metal envejecido o cerámica lisa, el bajoplato marca el gesto sin pedir protagonismo.

Me gusta usarlo cuando la ocasión quiere un poco más, o para dar presencia a una vajilla muy discreta. El truco está en que dialogue con el mantel y en repetir algún tono en servilletas o camino para cerrar la escena. Todo queda redondo.