Proceso de bordado del cojín Carlo | Lo de Manuela

El proceso de bordado del cojín Cardo: donde cada puntada cuenta una historia

En Lo de Manuela creemos que los objetos que nos rodean deben transmitir cuidado, calidad y emoción. Por eso, el proceso de bordado del cojín Cardo representa la esencia de nuestro trabajo: cada pieza que sale de nuestro taller es el resultado de un proceso artesanal en el que el bordado a mano, la costura y la confección de productos se combinan con la calma y la precisión de un oficio que valoramos profundamente.

El valor de lo hecho a mano con cuidado, pensado para durar

Mientras el mundo se mueve rápido, en Lo de Manuela elegimos la pausa. Apostamos por el bordado artesanal, por la belleza que nace del tiempo y por la autenticidad de lo hecho con las manos.

Cada diseño comienza con un dibujo, que se transforma en un patrón y finalmente en un bordado sobre lino. Detrás de cada pieza de Lo de Manuela hay manos expertas, creatividad y un profundo respeto por los materiales.

Cada cojín bordado, mantel o bata está pensado para acompañar momentos: una cena compartida, un desayuno tranquilo o una tarde de descanso.

Creemos que la belleza está en los detalles, y que rodearse de objetos bien hechos mejora la manera en que vivimos el día a día. Porque cada puntada, cada hilo y cada textura cuentan una historia que continúa en casa.

 

El proceso de bordado del cojín Cardo: precisión, arte y tradición

El bordado artesanal es una técnica que atraviesa siglos de historia. Desde los tiempos de los romanos, este arte ha evolucionado manteniendo siempre su esencia: transformar hilos en dibujo y textura.

En Lo de Manuela, el proceso de bordado del cojín Cardo combina tradición y tecnología, oficio y precisión, para dar vida a una pieza que representa la unión perfecta entre arte y detalle.

 

1. Del dibujo al hilo: el inicio del proceso

Cada bordado comienza con una idea, un trazo, una intención. Nuestros dibujos originales son enviados al picador, quien traduce los colores y las formas en un lenguaje que la máquina puede interpretar. Este paso es esencial: convierte la sensibilidad artística en datos que permiten que la máquina de bordado, equipada con doce agujas, ejecute el diseño con exactitud.

Aunque parte del proceso se realiza mediante bordado a máquina, el resultado mantiene toda la esencia del bordado artesanal, porque detrás hay manos que observan, ajustan y controlan cada puntada.

2. El desafío del bordado en lino

El bordado en lino requiere una atención constante. El lino es un tejido noble, pero también delicado: su textura natural, su irregularidad y su movimiento lo hacen difícil de dominar.
Por eso, durante todo el proceso, el bordado es cuidadosamente vigilado. Cada paso demanda precisión, ya que el más mínimo desajuste puede alterar el resultado final.

El proceso de bordado del cojín Cardo está compuesto por 91.000 puntadas, y cada uno de sus cardos tarda un promedio de seis horas en completarse.
Es un trabajo minucioso, en el que la paciencia y la técnica se entrelazan para lograr un diseño lleno de relieve y carácter.

3. Perfección y corrección: la importancia del oficio

En Lo de Manuela no se desperdicia ningún material. Si durante el proceso ocurre un fallo, la operación se detiene y una bordadora profesional interviene para corregirlo manualmente.
Este gesto —tan pequeño como fundamental— resume nuestra filosofía: cuidar cada detalle, incluso aquellos que no se ven.

Estas profesionales, verdaderas guardianas del arte del bordado, son parte esencial de nuestro equipo. Su experiencia y conocimiento son irremplazables en un mundo donde lo industrial ha desplazado gran parte del trabajo artesanal.

4. La unión entre técnica y arte

En Lo de Manuela combinamos procesos manuales con herramientas tecnológicas para maximizar la calidad y perfeccionar los resultados, sin perder el carácter artesanal que define cada pieza.

Una pieza compleja y única

El cojín bordado Cardo es el resultado de un proceso complejo, preciso y profundamente cuidado. Cada puntada refleja horas de trabajo, supervisión y saber hacer. Su diseño, inspirado en la naturaleza, cobra vida sobre el lino con una fuerza sutil, convirtiéndose en una pieza que une técnica, belleza y dedicación.

En Lo de Manuela, cada bordado en lino es una obra que celebra la paciencia y el valor de las cosas bien hechas. Porque en cada cardo bordado late la misma filosofía que nos define: el respeto por el proceso, la pasión por el detalle y la búsqueda constante de la excelencia.

Detalle del cojín Carlo | Lo de Manuela
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