Las colinas del L'Empordá traen de vuelta recuerdos de la Toscana inspirado cada detalle de esta colección.Aunque mis pies caminen en esas tierras mi memoria sigue recorriendo sus paisajes.

Nunca olvidaré el aroma de los campos al caminar por aquel sendero de piedras, bajo el sol suave de la Toscana. Cada paso me lleva de vuelta a mi infancia, a esos veranos eternos en casa de mis tíos abuelos, donde me recibían con los brazos abiertos, la mesa puesta y el corazón lleno de historias. Era un lugar donde el tiempo se detenía y todo olía a tierra, a lavanda, a pan recién hecho... a hogar.

Pequeños detalles

El ritual de preparar la mesa era un acto casi sagrado, una coreografía suave y cuidada que se repetía cada día con la misma devoción. Cada detalle —el mantel bien extendido, la vajilla escogida con cariño, las servilletas perfectamente dobladas— hablaba de amor, de tradición y de una manera de vivir donde el tiempo se detenía para celebrar lo cotidiano