Dos mundos chocan en nuestro papel de pared: se funde lo mejor de lo digital con la magia irreproducible de lo artesanal. Los dibujos que conforman nuestros empapelados han sido pintados a mano en exclusiva por nuestros artistas. Luego, nuestros diseñadores toman ese arte impresionante y lo transforman, volcando esa imaginación ilimitada que solo el entorno digital puede transmutar a la realidad. Lo único constante es la calidad: tus paredes quedarán grabadas a fuego en la memoria de tus invitados.