En un mundo en el que no se puede viajar, porque la naturaleza nos ha mandado a replegarnos a cada cual en su nido, el viaje que queríamos proponerte se convierte en uno mucho más intenso e interesante. El viaje mínimo que supone la conquista más importante en la vida: la vuelta a ti, a lo más sutil y personal de tu existencia. Una caricia necesaria a la propia piel y la de los tuyos, para mirar a sus ojos con detenimiento y amarlos por la pura materia que son.
El merecido homenaje a lo bello, tierno, suave y sencillo sin más.