No hay leyes ni normas a la hora de combinar cojines, solo la absoluta libertad de saber que tu casa es tuya, tu salón es tuyo, tu vida es tuya, y por eso es preciosa. Mezcla, suma, salta, atrévete, y si tú das el paso verás cómo los colores se desinhiben y se mezclan unos con otros sin pudor.
A priori estamos llenos de prejuicios. Solemos pensar que hay colores que no se llevan bien juntos, o estampados que es mejor no mezclar. Pero, ¿sabes qué? Siempre es mejor probarlo y revelarse ante las supuestas normas. De muchos de esos rincones “prohibidos” han surgido enormes colecciones de los diseñadores más consagrados y, además, no todo el mundo es igual, y lo que no le funciona a muchos, puede que a ti sí, así que nosotras te animamos a que te atrevas a mezclar tus cojines con absoluta libertad.
Recuerdo que mi madre me decía que el rojo con el rosa era una combinación imposible… hasta que descubrí el placer de desafiar las normas. De forma inofensiva y sin dañar a nadie (lo siento, mamá), resulta que el rosa y el rojo juntos son traviesos y divertidos. Se potencian y encuentran en el otro un equilibrio muy interesante. Incluso incitan a seguir invitando a la fiesta a otros colores y estampados, así que por tanto, fuera tabúes y máscaras y vamos a ello.
Empezaremos el viaje desde una base clara para ir sumando, porque antes de comenzar nada, está el lienzo en blanco. Los tonos blancos y crudos son una base incuestionable. Uno de nuestros destinos favoritos es África, que nos ha dejado piezas étnicas maravillosas. El cojín Mali combina tres procesos sobre la base de lino blanco natural: la serigrafía en negro, en oro y la aplicación del terciopelo. Esta línea étnica hizo buenas migas con el azul, el lima o el mostaza, resaltando el clásico binomio blanco y negro, y en ese entorno también entraron en escena todos nuestros animales serigrafiados negro sobre blanco. Elegancia, frescura, carácter.
Esta temporada, la colección California 1960, inspirada en los tonos del desierto, está siendo gran compañera de los básicos en ocre, arena, marrón, terracota, negro y camel. También quisimos sumarle nuestro cojín de rayas en camel oscuro. El resultado es ecléctico, atrevido y pasional, como los caballos Mustang estampados negro sobre ocre y terracota.
Mi base favorita es el lino natural. Esta temporada sobre base color piedra nació nuestro mural de la Shamba, de animales salvajes en su entorno. Apostamos por una gama muy elegante para darle vida: en azul medianoche, lima y verde acacia. A esa combinación tan original quisimos incorporar nuestras rayas negras en natural.
Los colores del cielo y la tierra han sido los acompañantes ideales de las colecciones de Despertares, donde camas y salones se llenaron de la energía orgánica de los elementos.
Con respecto a nuestra apuesta para este verano, pronto le dedicaremos un post exclusivo a ello, pero no quiero dejar de recordar la combinación enormemente estival y efervescente de la colección Petrópolis 1951, donde los loros estampados sobre lino natural se combinaron con el verde agua, naranja oscuro, amarillo, malva y rosa intenso. Y en ese viaje a las entrañas de Brasil también volvimos al clásico, loros negros sobre blanco óptico, para combinarlos con la delicadeza y riqueza étnicas de los cojines Samambaia.
Estas son solo algunas de nuestras propuestas, pero entre tanto hemos ido recibiendo fotografías de algunos amigos de la marca que han reinterpretado a su manera nuestros elementos, y nos hemos vuelto a enamorar una y otra vez, porque para gustos, los colores, y mucho más todavía, las combinaciones entre ellos.